ACERCA DE NEURONAS, SINAPSIS, REDES Y APRENDIZAJE

Espacio Prof. Sergio Mora Gutiérrez*

El cerebro humano es, sin duda, el órgano más complejo del Universo conocido. Si miramos en su interior, descubriremos unas extrañas células de formas muy variadas, las cuales se conectan unas con otras formando una inmensa red. Las células son conocidas como las neuronas, y las conexiones son las sinapsis. Un cerebro normal contiene aproximadamente cien mil millones de neuronas. Considerando que cada neurona puede conectarse hasta con otras diez mil neuronas, el número de sinapsis podría alcanzar la sideral suma de mil millones de millones. Las neuronas se diferencian del resto de las células de nuestro cuerpo por su capacidad de recibir y transmitir impulsos eléctricos y por su alta conectividad. El funcionamiento cerebral requiere que existan redes neuronales eficientes. Sabemos que algunas estructuras de nuestro cerebro pueden generar nuevas neuronas, a través del proceso llamado neurogénesis, sin embargo, si estas neuronas no consiguen conectarse, no podrán sobrevivir.

Esta complicada estructura neuronal es la responsable del aprendizaje, sin duda la función más importante del cerebro ya que de ella depende nuestra sobrevivencia como individuos y como especie. Cada vez que aprendemos algo se origina una nueva red neuronal o se fortalece una ya existente. Recordemos que aprendizaje no es simplemente la adquisición de información, a través de los órganos de los sentidos, sino que es la transformación de la información sensorial en conocimiento. En consecuencia, las redes neuronales representan el conocimiento en su forma física. El cerebro produce el conocimiento a través de la formación de redes neuronales, de modo que cualquier cambio en el conocimiento requiere de un cambio en la red correspondiente. Por otra parte, cada vez que utilizamos o repasamos algún conocimiento, esas mismas redes se fortalecen y van siendo cada vez más eficientes. Esto nos lleva a la conclusión que el aprendizaje es algo físico que depende de cambios en las conexiones neuronales. Más aún, el aprendizaje es el cambio y nuestro maravilloso cerebro tiene la asombrosa propiedad de estar cambiándose continuamente a si mismo durante toda la vida, en base a la experiencia. Por eso decimos que el cerebro es un órgano plástico.

De acuerdo a lo anterior, el aprendizaje dependería en gran medida de las redes neuronales pre-existentes en los cerebros de nuestros estudiantes. Nuestra tarea, como profesores, debería ser tratar de identificar esas redes y enseñar en consecuencia. Esto no significa que tengamos que meternos en los cerebros de los niños y examinar sus redes neuronales, sino que descubrir lo que saben. Conociendo lo que ellos ya saben estamos identificando las conexiones que tienen en sus cerebros, ya que todos los niños, aún los recién nacidos, tienen algún conocimiento previo.


(*) Profesor y Jefe del Laboratorio de Farmacología del Comportamiento, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Director de las Jornadas Internacionales de Estilos de Aprendizaje, Educación y Neurociencias

Espacio Ed. Claudia Donoso Rioseco (*)

“Neuronas, neuronitas,
neuronas con axón,
soma con dendritas,
sinapsis por montón”.

Con esta rima te invitamos a generar de inmediato “redes neuronales” en tus niños y niñas. Sin duda alguna los sencillos “juegos de palma” favorecen las sinapsis permitiendo activar ambos hemisferios cerebrales. Puedes utilizar este juego verbal al inicio de la jornada, en el momento “Despertando Las Neuronas”. Recuerda que disponemos mejor cerebralmente a los niños y a las niñas para el aprendizaje, si realizan primero experiencias que impliquen movimiento.
En esta oportunidad abordaremos además, desde la mirada de las neurociencias, la importancia del juego.

El juego promueve el rebrote de las dendritas neuronales, incrementando las sinapsis. El destacado investigador chileno, Dr. Víctor Fernández, explica en uno de sus artículos que el juego: • Induce la liberación de dopamina en la corteza cerebral predictiva, por lo que activa el impulso y la interacción social. • Estimula la imaginación e incrementa la autoestima. • Regula la coordinación motora. • Activa la memoria espacial y el funcionamiento cardiovascular. • Desarrolla actitudes positivas frente a nuevos aprendizajes.

¿Qué mejor entonces que despertar las neuronas jugando?
Por ello te invitamos a rescatar juegos tradicionales de modo de generar activación cortical, permitiéndoles a las neuronas desarrollar miles de contactos sinápticos generando “Redes Neuronales”

Juguemos a la “Silla musical solidaria”

Se juega igual que la conocida Silla musical, es decir:

• Se ubican las sillas en círculo, una por participante.
• Se coloca música y, cuando ésta se detiene, todos se sientan.
• A medida que avanza el juego, se va quitando en cada vuelta musical una silla.
• Sin embargo, en vez de salir del juego, el o la participante que queda sin asiento debe ver la forma de sentarse sobre cualquiera de sus compañeros, continuando dentro del juego.
• Así, al finalizar el juego, queda una sola silla y todos los jugadores relacionados con ella.
Se puede realizar el mismo juego pero con dos variantes; en vez de usar sillas, se puede jugar con aros ula-ula o diarios: juego “El aro solidario” y “El diario solidario”.


(*) Educadora de Párvulos con mención en Música, Diplomada en metodologías y habilidades docentes, Magister en Educación Mención Evaluación y Directora Magister en Neurociencias aplicadas a la Educación Infantil Universidad Finis Terrae.