Testimonios

“El sello de la Escuela es poner siempre a la persona en el centro. Gracias a eso en mi trabajo he podido crear propuestas de valor que no ven al trabajador como un número, sino como una persona. Aprendí a tener una actitud de observación, a ser curiosa, y a argumentar y fundamentar mis posturas y opiniones, en un ambiente diverso”.
Magdalena A., Promoción 2021
“Me sirvió mucho que la universidad tiene experiencias prácticas desde el inicio. Esto permite que uno se sienta más seguro cuando tiene sus propios pacientes en la práctica. El sello de la Escuela es promover una visión integral de la persona, lo que me ha ayudado a entender cuál es mi rol y cuáles son mis límites, y también ayuda al paciente a entenderse más en sus motivaciones, juicios y afectos”.
Pablo P., Promoción 2020
“La formación de la Escuela me ayudó a la inserción en el mundo profesional, ya que los profesores eran muy abiertos a compartir sus experiencias humanas y laborales, y muchos se encontraban ejerciendo en distintos ámbitos de forma complementaria a la docencia. El sello de la Escuela es el esfuerzo por compartir una visión integradora y no excluyente de la psicología, con una actitud de reflexión y diálogo entre distintos paradigmas”.
Camila C., Promoción 2020
“La línea de desarrollo personal de la Escuela me ayudó a descubrirme e identificar aspectos positivos de mí, y también aquellos que debo trabajar para ser una mejor profesional. Ser consciente de mis fortalezas y debilidades me permitió aportar a mis pacientes en la práctica clínica, y actualmente en mi labor en la organización a la que pertenezco. La línea filosófica me ayudó a ser más humana, a tener como fundamento siempre a la persona, y querer trabajar en espacios donde pueda servir a la comunidad”.
Danitza G., Promoción 2020