Doctoranda Nizia Nanjari, Coordinadora Área Estudiantes y Egresados Carrera de Pedagogía en Educación Parvularia, Universidad Finis Terrae.


“La documentación es una herramienta imprescindible para seguir el afán de los niños por conocer y entender. Hace visible su actividad y permite reflexionar sobre ella, mejorar el trabajo de cada día, ordenar el pensamiento” (Meritxell Bonàs, S.F en Red Territorial de Educación Infantil de Cataluña, 2012)

La documentación pedagógica consiste en la recogida de información que posteriormente es reflexionada e interpretada para luego ser expuesta de manera sistemática y estética que da cuenta de lo vivido en los procesos a través de lo narrado, imágenes, videos; es un trabajo colaborativo que involucra a todos los agentes educativos que se realiza sin prejuicios ni expectativas.  Es además, una herramienta para la reflexión, planificación y evaluación y un documento público de lo vivido, que permite visibilizar el proceso mediante el cual se obtuvo el aprendizaje, dejando constancia estética y narrada del trabajo realizado.

Sensat, (2011) plantea que “la documentación se considera como instrumento que ayudará a hacer una evaluación real y global del fenómeno del aprendizaje”.

Los paneles, videos y fotografías que evidencian la documentación es una de las principales herramientas pedagógicas, debido a que a partir de la exposición de un panel o pieza de documentación, los niños y niñas, familia y comunidad educativa  al observar pueden realizar autoevaluación y retroalimentación, recordando sus vivencias y haciendo una reflexión autocrítica de los procesos vivenciados, incentivando a los niños y niñas al planteamiento de nuevas hipótesis y desafíos, a la comunidad educativa aporta información de los aprendizajes de estos. 

El Educador de Párvulos debe estar en constante documentación de los procesos de niños y niñas que le permita estar en conocimiento profundo de la singularidad de cada uno de ellos y de su grupo, para que sea un aporte a su trayectoria de desarrollo y aprendizaje.

Uno de los grandes aportes que tiene la documentación pedagógica por sobre otras herramientas de evaluación es que está al servicio de la infancia y de los procesos auténticos implicados, haciendo parte a todos los actores claves que participan del proceso educativo, por lo tanto, se transforma en una herramienta de visibilización y potenciación a la comunidad en el fomento de una cultura de infancia donde se relevan sus intereses, necesidades, haciendo vivenciar al niño como sujeto de derecho.

Actualmente nos encontramos bajo una emergencia sanitaria mundial producto del virus Sars- Cov-2 que se ha diseminado de manera progresiva. A lo largo de la historia, las pandemias han generados desastres en la humanidad similares a los provocados por una guerra, sin duda esto ha dado paso para generar avances en la medicina y ciencia, la documentación e investigación nos ha hecho posible contar con la información de aquellos tiempos, esta situación hoy en día coincide con el  hecho que nos encontramos en una era digital lo que ha puesto en manifiesto que  docentes tengan que replantear y reflexionar en cómo transformar nuestras prácticas educativas.

Sabemos como Educadores que exponer a niños y niñas frente a una pantalla sin experiencias que sean significativas para ellos no tendrá valor alguno en la consolidación del aprendizaje. Una de las formas en las cuales podemos retroalimentar y desafiar a nuestros pequeños educandos y sus familias, es a través del registro de experiencias que se sistematizan por medio de la documentación pedagógica donde niños y familias puedan observar sus propios procesos y retroalimentar al equipo para poder generar experiencias que vayan de la mano de sus intereses y que les permita observarse y plantearse nuevos desafíos y descubrimientos.

En estos tiempos, se hace aún más imprescindible el rol de la familia como primer educador en la colaboración a la escuela, en la entrega de insumos que permitan ir recogiendo evidencias de cada uno de los niños y niñas, el rol del equipo pedagógico está en recoger estos insumos e interpretar para poder plantear desafíos para los niños y niñas de manera individual y grupal, incentivando el uso de los espacios y recursos que ofrece el hogar.

Es de importancia contar con un repositorio de documentaciones de niños y niñas, pues acerca al equipo pedagógico al contexto de cada párvulo, y permite el diseño de estrategias pertinentes, relevantes y respetuosas de la singularidad, necesidades e intereses de cada uno de ellos.

Algunos aspectos a considerar por todos los agentes educativos, al momento de documentar son los siguientes:

Quien documenta, debe estar en constante escucha activa de los procesos de los niños y niñas, de manera que pueda a través de esta, poder desafiar los ambientes de aprendizaje a través de las propias necesidades de los niños y niñas, características, deseos de aprender, formas y ritmos de aprendizaje.

“La escucha es un verbo activo, que involucra dar una interpretación, dar significado al mensaje y valor a aquéllos quienes están siendo escuchado por otros”. (Rinaldi, 2001 en Denis, 2014).

Narváez (2009) señala que la documentación es una herramienta que tiene la tarea y la importancia de mostrar a los niños/as tal como son, con sus intereses y necesidades propias de su singularidad particular y que está focalizada en sus experiencias, pensamientos, ideas, que pueden y son representadas mientras trabajan.

Es decir, que a partir de la escucha, se evidencia en la documentación tal cual son los niños y niñas y tal cual como vivieron su proceso de aprendizaje, de manera que se dé a conocer una documentación auténtica de cada proceso vivido, por esta razón la documentación es la herramienta que nos permite diseñar y evaluar, los procesos pedagógicos.

Realizar registros auténticos para la documentación, sin prejuicios ni expectativas, es decir, que sean registros reales de lo ocurrido o realizado por cada niño y niña, debido a que “la documentación se basa en lo observado, en lo que se va desarrollando en la cotidianeidad de la sala de clases, en respuestas y acciones que se vivencian” (Narváez, 2009), por lo que además, se deben realizar en el momento en que ocurren los sucesos, durante el procesos y no después, es decir, debe ser reales, en el contexto real. Tal como señala la Red Territorial de Educación Infantil de Cataluña, (2012), “documentar es una práctica inherente a la pedagogía que se construye a partir de la realidad”.

Debe ser expuesta para toda la comunidad educativa, niños y niñas, puesto que la “documentación es toda recopilación de imágenes, anécdotas, dibujos, palabras, ideas y producciones de niños y de adultos, salidos de la vida de la escuela, que se organizan para poder transmitir un mensaje a un lector” (Red Territorial de Educación Infantil de Cataluña, 2012);  tal como se menciona, debe transmitir un mensaje al lector, por lo tanto, debe ser organizado de tal manera que permita a la comunidad educativa estar al tanto y ser parte del proceso educativo de los niños y niñas. Junto con esto, se menciona que los lectores de las documentaciones que surgen de la escuela son, evidentemente, los mismos niños y niñas, las familias de los niños y niñas de la escuela, el equipo de personas adultas de la escuela, los visitantes que pueden entrar en la escuela y que necesitan informaciones y declaraciones del proyecto educativo de la escuela (estudiantes en prácticas, sustitutos, visitas externas, etc.). Es por esto que la documentación debe ser expuesta a todos estos lectores, independiente de la modalidad curricular que declare el establecimiento, lo que permitirá que la comunidad educativa se encuentre en sintonía en relación al proceso educativo de los niños y niñas, y ellos mismos puedan recordar y ser conscientes de sus aprendizajes y de los procesos mediante los cuales los construyeron. La documentación “permite mostrarlo fuera, establecer un diálogo con las familias y profundizar el sentido de comunidad” (Red Territorial de Educación Infantil de Cataluña, 2012).

Finalmente señalar la importancia del rol del educador de párvulos al momento de organizar el ambiente y entregar roles específicos a cada uno de los adultos que conforman los equipos, de esta manera no se descuidará ningún aspecto que pueda afectar los procesos de documentación en el aula, no invisibilizando, ni descuidando los aspectos que resguarden el bien superior de los niños y niñas.

“La documentación nos ofrece una nueva mirada al día a día de la escuela, permitiéndonos descubrir todo lo extraordinario que de otra manera pasaría desapercibido” Osorio y González, 2015